¿Tiene el gestor de comunidades online el santo y divino poder de poner lo que le de la gana? ¿Tiene acaso más poder un community manager que el que le otorga la propia comunidad que lo encumbra? ¿O debe someterse a ella? Despotismo dos punto cero, libertad de expresión para el pueblo pero sin el pueblo.
No me gusta decir lo que se debe o lo que no se debe hacer en social media, pero este caso me ha tocado la fibra. Esta mañana me han enviado un pantallazo sobre una publicación en Instagram del cantante Manu Tenorio y he flipado en colores al ver la reacción de su equipo de redes ante un comentario de una seguidora. Aquí va el pastel.
El señor Tenorio ayer subió (o autorizó la subida de) una foto algo ligero de ropa a su perfil de Instagram. Hasta aquí, todo normal, dentro de lo que cabe esperar de celebrities de la talla de este triunfito. Lo extraño del caso es que el primer comentario de la imagen no era para alabar las virtudes anatómicas del cantante, sino para criticar que, al parecer, siempre sube fotos de él mismo con su mecanismo. A partir de aquí, me gustaría poder narrar lo que ha hecho su equipo social media pero, creeme, es mejor que lo veas. Aquí dejo los pantallazos:
Como puedes comprobar si echas un vistazo al perfil de Instagram de Tenorio, el jaleo todavía colea y no paran de llegar comentarios de seguidoras que confirman su intención de dejar de seguir la cuenta. Esto me ha llevado a pensar dos cosas: Uno, podemos hacer y hablar de lo que queramos en las redes que gestionemos, siempre que nuestro cliente de luz verde. Dos, pero sin faltar a la educación, a las leyes elementales de la ética, a la buena clase y a las buenas formas. Como he dicho antes, no suelo pronunciarme sobre el trabajo ajeno pero, en esta ocasión, y desde mi humilde punto de vista, esto es un #FAIL del tamaño de una catedral. ¿Tú que opinas?
#ManuTenorioFacts